Eyaculación Precoz

La eyaculación precoz es la disfunción sexual según la cual el hombre eyacula demasiado pronto, sin ejercer ningún control voluntario posible sobre este reflejo llamado eyaculación.  No existe acuerdo sobre el tiempo mínimo que debe durar la penetración durante el coito, pero si queremos gozar de una sexualidad plenamente satisfactoria, es importante que el hombre pueda controlar el momento de su orgasmo. Se habla de eyaculación precoz cuando la eyaculación sobreviene antes de que uno u otro miembro de la pareja lo deseen.

Cuando no existe condición médica que explique la causa de la eyaculación precoz, se atribuye ésta a una condición psicológica, que suele ser vivida por la pareja con cierta frustración.

Se distinguen dos tipos de eyaculación precoz: la primaria y la secundaria.  En la eyaculación precoz primaria, el sujeto siempre eyaculó de un modo incontrolado desde su primera su relación sexual, a pesar de contar con una larga experiencia y de haber mantenido relaciones sexuales repetidas veces en el marco de relaciones estables de  pareja.  Se habla de eyaculación precoz secundaria cuando un hombre que nunca tuvo problemas de control eyaculatorio se encuentra súbitamente confrontado a este problema una y otra vez.  La aparición de la eyaculación precoz sigue con frecuencia a un shock emocional y se asegura que hasta un 50% de los hombres la padecen, siendo por tanto, la disfunción sexual más frecuente en el varón.

La eyaculación precoz se define asimismo como la imposibilidad de retrasar la eyaculación, que tiene lugar en la fase del orgasmo, generando insatisfacción en la pareja. El problema puede ser transitorio, sostenido en el tiempo, afectar a todas sus parejas o sólo a algunas de ellas y puede estar asociada a otras disfunciones sexuales como la disfunción eréctil, la dispareunia…

La eyaculación precoz suele ir acompañada de vergüenza, rabia y tristeza, llegando algunos varones a culpabilizarse a sí mismos y a reconocer sentimientos de fracaso. Las parejas de los varones que presentan esta disfunción sexual son incitadas a que les refuercen positivamente desdramatizando así la situación, con el fin de evitarles caer en el círculo de la culpa y la vergüenza, lo cual suele confinar al hombre en un drama en torno a su virilidad.

La eyaculación precoz es enteramente reversible y tiene un excelente pronóstico de éxito de tratamiento. En el Centro de Psicología Ponzano, nuestros psicólogos, expertos en sexología clínica, conocen los diferentes métodos de intervención psicológica para acabar con este problema. Le propondremos  el método que consideramos  más eficaz, en base a nuestra larga experiencia en este tema.  Dicho método persigue la meta de  que el paciente, con ayuda de su pareja, realice un trabajo sobre sí mismo, modulando su nivel de excitación, aprendiendo a detectar los signos premonitorios del reflejo de eyaculación con el fin de parar y arrancar de nuevo cuantas veces lo desee. En definitiva, el tratamiento le aportará un nuevo modo de relacionarse sexualmente con su pareja, más gratificante y placentero para ambos.